NOSOTROS

Nuestra historia

Después de varios años trabajando en la industria del vino para otros, esperando que nuestras ideas fueran aprobadas por el directorio (y familia) en plazos interminables y cansados de los pantalones Dockers y dueños más interesados en los flashes o en los puntajes de sus vinos que en cualquier otra cosa, decidimos embarcarnos en un proyecto propio.

Fuy no es la culminación de un sueño, sino que el inicio de uno grande. Una cruzada por aumentar el consumo de vino, de-sofisticar el mundo del vino y hacer lo que queremos sin esperar un reconocimiento más que el de l@s amig@s que toman nuestros vinos. Odiamos los puntajes, los sabelotodos de vinos, las etiquetas que dicen "nuestros mejores viñedos y los inescrupulosos que marginan más de lo que deberían. Amamos el color, las preguntas tontas, tomar vino a un precio justo y sobre todo acompañar la comida y la amistad con una copa de vino.

Después de varios años trabajando en la industria del vino para otros, esperando que nuestras ideas fueran aprobadas por el directorio (y familia) en plazos interminables y cansados de los pantalones Dockers y dueños más interesados en los flashes o en los puntajes de sus vinos que en cualquier otra cosa, decidimos embarcarnos en un proyecto propio.

Fuy no es la culminación de un sueño, sino que el inicio de uno grande. Una cruzada por aumentar el consumo de vino, de-sofisticar el mundo del vino y hacer lo que queremos sin esperar un reconocimiento más que el de l@s amig@s que toman nuestros vinos. Odiamos los puntajes, los sabelotodos de vinos, las etiquetas que dicen «nuestros mejores viñedos y los inescrupulosos que marginan más de lo que deberían. Amamos el color, las preguntas tontas, tomar vino a un precio justo y sobre todo acompañar la comida y la amistad con una copa de vino.

Enólogo

Cristian Goich

Aunque sus primeros acercamientos a la enología, fueron tomando vino en caja con jugo en polvo, Cristian empezó a especializarse más seriamente en el tema durante un intercambio en la Universidad de Davis, California. Luego terminó la especialidad de Viticultura y Enología en la Universidad Católica en el 2002. Después de eso se estableció en el Valle de Colchagua por 5 años en la Viña Luis Felipe Edwards, bajo el alero de 2 enólogos (ídolos) Australianos, Mike Farmilo y Brian Light. Siguiéndole los pasos, se fue a estudiar a Adelaida, Australia en el 2007, un postgrado en Marketing y negocios de vino. A la vuelta a Chile trabajó en un par de viñas, hasta que finalmente se decidió en emprender, para dedicarse al 100% en el 2018 a sus proyectos FUY y EL PORTAZO.